Juan Carlos I tiene otras dos ‘offshore’ en Panamá y Vaduz para desviar dinero a su familia
La grabación a Corinna: «Juan Carlos tiene cuentas en Suiza a nombre de su primo y de su abogado Canonica»
El fiscal suizo descubre una cuenta de Juan Carlos I en Ginebra a nombre de su primo y otros testaferros
La Fiscalía de Ginebra investiga en secreto a los testaferros suizos del Rey Juan Carlos: Fasana y Canonica
Los testaferros de Juan Carlos I constituyeron otras dos offshores en Panamá y en Vaduz para desviar dinero de las cuentas de la Fundación Zagatka a sus familiares más próximos, asegurando una plena opacidad. Para ello, los gestores en Suiza utilizaron dos cuentas abiertas en Ginebra en el Credit Suisse y en la banca Lombard Odier, que sirvieron de punta de lanza de la trama financiera del Rey emérito en el extranjero.
El Rey emérito, como ya desveló OKDIARIO, también nombró a su esposa Doña Sofía, hijos y nietos como beneficiarios de la fundación Zagatka, que asimismo está registrada en la capital de Liechtenstein. El Principado es una plaza financiera que cubre los mismos objetivos de oscurantismo que cualquier paraíso fiscal del Caribe, pero en el corazón de Europa.
Las dos sociedades instrumentales son la panameña Lactuva S.A y Fondation Endaxi de Vaduz, que se sumaban a las sociedades pantallas, Lucum y Zagatka, entre otras que todavía no han transcendido por el secretismo con el que el fiscal Ives Bertossa realiza sus diligencias. Los testaferros suizos llegaron a abrir -como ha podido verificar OKDIARIO- más de 300 sociedades offshores en Panamá e islas del Caribe para asegurar a Juan Carlos y otros clientes millonarios una cortina de humo en sus movimientos financieros. Entre esos protegidos se encontraba Juan Carlos desde finales de los ochenta.
OKDIARIO ha tenido acceso a una parte del sumario P/14783/2018, que investiga el fiscal suizo Bertossa, y reproduce hoy parte de la documentación bancaria de Fondation Zagatka, Lactuva y Endaxi. Las diligencias fueron abiertas en agosto de 2018 tras la reproducción en este diario de las confesiones de Corinna Sayn-Wittgenstein al comisario José Villarejo.
Los datos, que el fiscal de Ginebra mantiene en secreto, constatan que los gestores de la fundación Zagatka de Liechtenstein transfirieron a la offshore panameña Lactuva S.A, sólo entre febrero y julio de 2008, la cantidad de 85.044 euros, en tres transferencias, dos en euros y una tercera en dólares americanos. Las mismas páginas del sumario de Ginebra también certifican que en esas fechas Fondation Endaxi comenzó a recibir dinero de la fundación matriz, Fondation Zagatka.
Todos esos fondos pasaban a manos de los familiares más próximos de Juan Carlos, como ya se descubrió con el uso de las tarjetas negras. Toda esa tramoya financiera fue construida por los testaferros suizos para financiar necesidades económicas de algunos miembros de la familia Borbón sin dejar rastro.
La primera sociedad -Lactuva S.A- fue inscrita en el registro mercantil panameño el 15 de noviembre de 2000. La instrumental pasó a ser “inactiva”, según los datos registrales, a partir del 10 de septiembre de 2019, unos meses después de que el fiscal Bertossa iniciara la investigación contra los testaferros de Juan Carlos I, Dante Canonica y Arturo Fasana. En las pesquisas se pudo descubrir que Fondation Zagatka y las demás offshore formaban parte de un andamiaje para posibles operaciones de blanqueo de dinero.
Endaxi, una fundación fantasma en Vaduz
Por su parte, Fondation Endaxi fue registrada en Vaduz antes de 2008. En ese año, al menos, recibió una cantidad de dinero desde la cuenta de Fondation Zagatka. Es uno de los pocos datos que OKDIARIO ha podido obtener de esta fundación fantasma, que aparece en los extractos de la cuenta 0251-798.208-91 de Zagatka, en el Credit Suisse de Ginebra.
Los movimientos bancarios constatan que el testaferro Dante Canonica -directivo de Zagatka- ordenó el 17 de marzo de 2008 una transferencia de 5.000 CHF, el equivalente a unos 4.600 euros de 2008. La cuenta de destino era la 0024024024970240 de la Unión de Bancos Suizos (UBS), en Ginebra.
Curiosamente, un mes antes, el otro testaferro suizo, Arturo Fasana, había autorizado una transferencia de 19.030 euros a la offshore panameña Lactuva, por la que recibía fondos uno de los familiares de Juan Carlos I.
Las salidas a Endaxi se realizaron desde la cuenta en el Credit Suisse en francos suizos (CHF) de Fondation Zagatka, que fue constituida en Vaduz en octubre de 2003 como “un fondo familiar” y con Álvaro de Orleans como primer beneficiario. Todo quedaba en familia y bajo el pleno anonimato, garantizado por las sociedades instrumentales.
OKDIARIO durante varias semanas ha intentado obtener información de Fondation Endaxi y se ha encontrado con un silencio absoluto sobre la existencia de la offshore de Liechtenstein. Ninguna de las bases de datos internacionales ofrece reseñas sobre esa instrumental de la telaraña montada por los testaferros del Rey emérito.
Los especialistas en rastreo de sociedades consultados por el diario también se han visto impotentes para acceder a la más mínima referencia sobre Fondation Endaxi. En los servidores de Internet sólo aparece una mención a un mero listado de fundaciones de Vaduz. Quien emprendió la tarea de borrar cualquier rastro de Endaxi realizó a conciencia su trabajo.
De esa manera garantizaban a Juan Carlos y sus familiares una total invisibilidad frente a los controles financieros. Por todo ello, no es de extrañar que Know Your Client (KYC) y ComplyNow, empresas especializadas en el cumplimiento normativo y con acceso a bases de datos internacionales para gestionar sanciones por la vulneración de la normativa antiblanqueo, chocaran ante el muro de opacidad de Fondation Endaxi.
Después de la primera transferencia conocida de Fondation Zagatka a su homónima Endaxi -que funcionaba como satélite de la anterior- hay que esperar a 2016 para encontrar otros movimientos entre ambas fundaciones. En esa ocasión, Zagatka remitía el dinero desde la cuenta de otro banco, el Lombard Odier, que fue abierta a finales de 2015. De manera periódica aparecen otras transferencias de 1.200 CFH y una última de 918 CHF, el 11 de febrero de 2016.
Todas estas transferencias de pequeñas cantidades en francos suizos corresponden a las cuotas que los testaferros de Juan Carlos abonaban para su mantenimiento desde Ginebra a la gestora con sede en Vaduz, donde está domiciliada la Fundación.
El extracto bancario tan sólo muestra algunos de los pagos, pero las fuentes consultadas por OKDIARIO destacan que existen muchos más: “Si no, no se habrían esforzado en montar toda esa estructura a fin de asegurarse una opacidad plena en los movimientos financieros”.
Al menos, esas son las cantidades que figuran en los movimientos de la fundación de Vaduz en ese ejercicio. Las fuentes consultadas por este periódico no descartan que existan otras cuentas y otras salidas, que se siguen investigando. Para las mismas fuentes lo importante no son algunas de las cantidades que aparecen en la contabilidad, sino el método y el montaje que se urdió para encubrirlas: “Estamos ante un delito de blanqueo de dinero de libro”, afirmaron. Una cuenta clave para profundizar sería la 0024024024970240 de Fondation Endaxi en la Unión de Bancos Suizos (UBS), en Ginebra.
Una ‘offshore’ satélite de Zagatka
En 2008, la otra instrumental Lactuva S.A -el 11 de febrero- también percibía 19.030 euros de la cuenta corriente de Zagatka en euros -0251-798208-92- en el Credit Suisse de Ginebra. Los testaferros de Juan Carlos ordenaban esa transferencia a la cuenta 0251-401.740-42 de la offshore panameña, abierta en el mismo banco suizo.
El 15 de abril del mismo año, repetían la operación y traspasaban a Lactuva S.A 25.000 dólares, una cantidad equivalente a 16.014 euros de la época, ya que la moneda europea estaba al cambio a 1,5 dólares, como se recoge en el mismo extracto bancario. El 16 de julio, el siguiente traspaso fue más elevado: 50.000 euros.
Según fuentes próximas a la investigación, la offshore panameña Lactuva S.A funcionaba como una sociedad satélite de Fondation Zagatka, que además de servir para remitir el dinero a los familiares de Juan Carlos, también funcionaba como tapadera de otras operaciones financieras, como sucedía con Lucum o Fondation Endaxi.
Zagatka fue constituida en Vaduz en 2003 y estuvo operativa hasta julio de 2018. Las cuentas de la fundación pantalla, aunque figura como beneficiario Álvaro de Orleans -el primo y testaferro de Juan Carlos-, presentan suficientes evidencias para concluir que el verdadero agraciado era el ex jefe del Estado.
Juan Carlos I tenía acceso de manera sistemática a sus cuentas del Credit Suisse, Mirabaud y Lombard Odier para cubrir económicamente sus asuntos personales. Así se ha podido demostrar con los pagos de sus vuelos privados en jets, la donación de 65 millones a su ex pareja Corinna Sayn-Wittgenstein, el uso de las tarjetas de crédito por él y sus familiares o las entregas a su amiga íntima Marta Gayá.
Asimismo, con las tarjetas de crédito podía sacar dinero de los cajeros automáticos o para pagar algunos de sus gastos sin dejar rastros, siempre a nombre de las fundaciones o sociedades offshore.